Enredo de recuerdos. (Editado)

¡Clavo de olor, rama de la canela! ¡Que suerte que vinistes abuela! Es tan bonito verte entre todas las mamás de la escuela. Jóvenes, algunas muy coquetas y vos allí...viniste en delantal. Y te escondés detrás a aplaudir a rabiar cuando me subo a cuatro tablas que la maestra puso a resaltar y declamo sin puntos y sin comas (igualito que ahora) mi poema del día de las madres. Y hago alarde, porque mi túnica blanquéa más que la de ninguna y son dos palomas mi moña sobre el pecho ¡Tan azules! Y tengo tu perfume, postre de arroz con leche, clavo de olor, canela, prendido de mis trenzas al peinarme. ¡Hay chicuela! Que enredo que tenés en la cabeza! Igualito que ahora.

Ho! Ho! Ho! Navideño? o, Oh! Oh! Oh! Seguimos vivos!

Los dos caben, los dos serían un buen título. Yo elijo ésta vez el segundo, y festejo, porque no me han vencido ni convencido. Lo elijo porque aquí estamos unos más deprimidos que otros pero seguimos. Quisiera que mi entrada no fuese sobre la pérdida o la tristeza, quisiera regalarles alegría. En donde quiera que se encuentren que tengan compañia y dejen los miedos en la puerta. Que los abrazos sean tan largos y apretados que la cena se enfríe esperando a que terminen. Que las risas se escapen por las ventanas y contagien los tristes como un bostezo. Yo quiero decirles que los quiero, porque aún tengo tiempo y puedo hacerlo. Dar las gracias por no olvidarme, eso, dar las gracias. Y claro, Feliz Navidad! Feliz lo que los haga feliz!!

De gris.

Te veo de humo, de sin alientos
de muertos y de sin vida propia.
Algo tan esfumado y gris que casi no se nota.
Ya no rebota en vos ese latido
el que dejaba algún pequeño brillo,
de música una nota.
Te adivino intentando
tratando de crear y sin motivos
 tan absurdo, como un triste payaso
que insiste en seguir vivo.
Yo te pinto la boca y te dibujo
a diario las sonrisas
pero me es imposible ocultarte los ojos
los maquillo de olvido
y volvés a llorar como un idiota.
Salgamos a la calle,
tal vez la multitud tenga el remedio
No, por favor, no te fijes en esos
son la abulia y el tedio
causan muerte por lento veneno.
Por la acera de enfrente se pasea la angustia
Ah! Que perra dispuesta a morder
del brazo de la envidia y del celo enfermizo
va rayando en el piso y cada franja,
es victoria en su haber.
Toman té la apatía y la desidia en la esquina
y la cruel cobardía, fiel a su condición de rata
asoma por aquella alcantarilla.
Quién diría que la fe,
 chapoteara en un charco de barro
y que cada transeúnte siguiera de largo...
No hagas gestos,
por favor disimula,
detrás de aquella banca creo reconocer una figura.
Tiembla como una hoja ¿La ves? Es la ternura...
y no sabe que hacer,
no encaja en este mundo de locura.
Ya no quiero seguir.
¿Nos volvemos sonrisa?










Bueno, ya ni recuerdo que borré, pero no es nuevo este poema. Lo rescaté y subí para recordarme a mi misma.

Cuantas cosas lindas me perdí en estos años!!

He pasado estos días como con un buen libro, sabiendo de sus vivencias leyendo sus historias, sus poemas y tengo a tantos por visitar!! No los voy a nombrar pero han sido imposibles de olvidar! Estoy feliz de haber vuelto. No soy la misma no, ni siquiera sé si podré escribir de nuevo pero me reintegro a este mundo Bloguer que me dió tantas alegrías a ver si me contagio de tanta belleza que regalan y puedo crear nuevamente.